Oye, por cierto
¿Tú recuerdas dónde estabas
cuando todo se fue a la mierda?
¿Dónde estabas tú cuando dejó de
ser divertido?
Yo... puede que estuviera en casa
jugando al Guitar Hero en calzoncillos
O... no, creo que yo estaba echado, junto al río
Yo... puede que estuviera en casa
jugando al Guitar Hero en calzoncillos
O... no, creo que yo estaba echado, junto al río
mirando a los pajaritos llevar ramitas
al nido
mirando a los patitos aprender a ser
patos
sin hacerme ni puto ni pato caso a mí
ni a las tetas de las chicas tomando el
sol
ni a las latas de cocacola enfriándose en el agua
y GOL
¿Tú lo recuerdas? ¿Sabes dónde estabas tú
cuando las cosas se pusieron raras?
Yo puede que paseara por las calles
disfrazado de Casandra
incómodo y quejumbroso,
paseando la mirada por las fachadas
viendo las ventanas tapadas por banderas de España
y GOL
canturrando a los cero en voz baja
preguntándome qué vigas llevaría en la espalda
yo que veía tanta, tantísima paja
¿Y tú? ¿Tú dónde estabas?
Mientras les ponían cabestrillos a todos los cirujanos
escayolaban las puertas de los hospitales,
y les cortaban las manos a los profesores,
por señalar y por vagos,
cuando recortaron el metro a 29 pulgadas
las de los monitores en los pasillos
salpicando propaganda
endeudaban los bancos y conducían como locos
sus coches caros con los ojos vendados
sacando la cabeza por la ventanilla
agitando una banderita
y GOL
Yo no sé si estaba parado o trabajando,
con contrato basura o sin contrato,
sentado en un banco, mirando a los pájaros
mirando a los pájaros
mirando a los pájaros aprendiendo a ser pájaros
ni a las latas de cocacola enfriándose en el agua
y GOL
¿Tú lo recuerdas? ¿Sabes dónde estabas tú
cuando las cosas se pusieron raras?
Yo puede que paseara por las calles
disfrazado de Casandra
incómodo y quejumbroso,
paseando la mirada por las fachadas
viendo las ventanas tapadas por banderas de España
y GOL
canturrando a los cero en voz baja
preguntándome qué vigas llevaría en la espalda
yo que veía tanta, tantísima paja
¿Y tú? ¿Tú dónde estabas?
Mientras les ponían cabestrillos a todos los cirujanos
escayolaban las puertas de los hospitales,
y les cortaban las manos a los profesores,
por señalar y por vagos,
cuando recortaron el metro a 29 pulgadas
las de los monitores en los pasillos
salpicando propaganda
endeudaban los bancos y conducían como locos
sus coches caros con los ojos vendados
sacando la cabeza por la ventanilla
agitando una banderita
y GOL
Yo no sé si estaba parado o trabajando,
con contrato basura o sin contrato,
sentado en un banco, mirando a los pájaros
mirando a los pájaros
mirando a los pájaros aprendiendo a ser pájaros
rompiendo los huevos, lanzándose al
cielo
y yo mirando a los pájaros
creo que estaba preguntándome
creo que estaba preguntándome
dónde estaba yo
y quiénes son ellos
los que hicieron esto
quiénes son ellos y cómo los venzo
si en el fondo somos nosotros
si en el fondo somos nosotros
si en el fondo
somos nosotros
lo que golpea la bota de Iniesta
y gol
y GOL
y GOOOOOOOOOOOOL
¿Dónde estabas tú cuando ganó España?
Y si lo sabes, dímelo, joga bonito
¿Dónde coño estaba yo?
y quiénes son ellos
los que hicieron esto
quiénes son ellos y cómo los venzo
si en el fondo somos nosotros
si en el fondo somos nosotros
si en el fondo
somos nosotros
lo que golpea la bota de Iniesta
y gol
y GOL
y GOOOOOOOOOOOOL
¿Dónde estabas tú cuando ganó España?
Y si lo sabes, dímelo, joga bonito
¿Dónde coño estaba yo?
Pues yo (reconozco mi error) fui parte de esos borregos que gritaron gol en la final e incluso saltó de alegría.
ResponderEliminarAl día siguiente casualmente pasé por Gran Vía y ví el revuelo que se había montado en torno al fútbol, ví más gente casi que en cualquier manifestación en la que he estado nunca. Y sentí pena por todo aquello y vergüenza por mi mismo por haber gritado el día anterior. Toda mi alegría se desvaneció de golpe. Desde ese momento ya no veo el fútbol, me da igual que gane o pierda España, ya no me siento parte de ella. Ahora me preocupa la tijera que cualquier día habrá de partirnos en dos, me preocupa que cada vez los pobres sean más y cada vez más pobres y los ricos tengan tanto dinero que no puedan ni contarlo. Me preocupa que al cirujano que tendrá que operarme le tiemble el pulso y no sea capaz de ver lo que hace porque lleva 20 horas trabajando por un sueldo cada vez menor.
Yo si sé donde estaba ese día y también sé donde no quiero volver a estar. Como dijo el poeta Neorrabioso: Que repatríen las patrias.
Un saludo.